Piensa, ¿te ha ocurrido que en ocasiones cuando nos hacen una pregunta respondemos otra cosa? tenemos ciertos factores limitadores y estos tienen que ver precisamente con el factor temor, con el llamado miedo escénico. Vamos entonces a comentar un poco sobre cómo dominar el miedo escénico, pero antes tengamos claro y entendamos cuáles pueden ser las causas que nos generan este tipo de miedo.
Podemos sentir miedo escénico al tener la mente saturada de cosas, acumular una gran cantidad de problemas en el momento y no tener dominio de la situación. En ocasiones no tenemos dominio ni de nuestras propias vidas, entonces ¿cómo podemos pretender enfrentarnos a un público? a decirles cómo tienen que hacer las cosas, ¿si no tenemos autocontrol?
Una mente que no puede discernir no puede generar una solución instantánea, rápida o eficiente, esto trae otro tipo de miedo cuando no prestamos suficiente atención a las cosas y le damos un simple repaso por encima a cualquier situación importante que se presente en nuestras vidas. Por no prestar la suficiente atención podemos quedar muy vulnerables.
Otra de las razones por las cuales podemos sentir miedo escénico y se convierte en un factor limitador, es la desmotivación. Nos ocurre en ocasiones, que hacemos cosas simplemente por hacerlas, pero no sentimos la motivación necesaria para llegar a un fin u objetivo.
También podemos llegar a tener limitaciones de otro tipo como las limitaciones perceptuales, cuando nos hacemos una idea errónea del público al que nos vamos a enfrentar, una especie de prejuicio, nos presentamos inseguros con una percepción infundada del resto. Ni hablar del pensamiento desordenado, muchas ideas en mente a la vez que no logramos concretar en una sola, perdiendo totalmente el enfoque.
Pero el factor más determinante, el detonante principal del miedo escénico es la falta de preparación. No podemos conducir un vehículo sin haber tomado antes clases de manejo; no podemos lanzarnos mar adentro sin saber nadar, al menos saber flotar; acá es lo mismo, si no te preparas lo suficiente y te aseguras de la información que compartirás, simplemente serás una víctima más del miedo escénico, ya que podrías bloquearte y esa es la peor tragedia delante de un público.